Arjac Puñoroca
Arjac Puñoroca (Arjac Rockfist) siempre ha sido conocido por ser un gigante poseedor de una fuerza prodigiosa. Sabe muy bien que siempre será un guerrero y no un líder. Aunque Arjac echa de menos a sus Hermanos Sacerdotes de Hierro y algun día espera poder regresar a su antigua vida en las forjas, todo el que presencia sus cargas legendarias puede dar fe de que la gran habilidad de Arjac Puñoroca no reside en la forja, sino en el fragor de la batalla.
Fue un año particularmente caluroso cuando Arjac demostró su fuerza por primera vez. Las algas cubrieron las orillas de las Islas de Hierro y la vegetación volcánica creció hasta alcanzar proporciones surrealistas, pero los Sacerdotes de Hierro estaban demasiado ocupados en sus forjas de lava para reconocer los presagios de un ataque inminente. Después de todo, no todos los monstruos que habitan en los océanos de Fenris están confinados en sus profundidades. Un millar de krakens desovaron en los mares de Fenris. A Hengis Manonegra, el mas antiguo de los Sacerdotes de Hierro, no le quedo más opción que ordenar que sellaran las bóvedas para contener la marea de bestias guerreras, pero con ello atrapó a centenares de guerreros de Fenris en las laderas del volcán.
Puñoroca no estuvo de acuerdo con la decisión de Hegis. Sin perder un solo momento, Arjac se abrió camino por las bóvedas con su martillo y buscó una ruta de escape para los que habían quedado atrapados en el camino de la monstruosa marea. Casi todos consiguieron salvarse, pero los últimos doce Sacerdotes de Hierro decidieron mantenerse firmes y se unieron a Puñoroca para bloquear el paso a las bóvedas a la primera oleada de horrores alienígenas atacantes.
Dos horas después, el cielo de las Islas de Hierro estaba surcado por las estelas de un centena de cañoneras Thunderhawk. Los Marines Espaciales que transportaban en sus bodegas comprobaron que todo el archipiélago estaba plagado de krakens, excepto en un lugar donde se erigía una figura solitaria rodeada de monstruos de caparazón negro, describiendo arcos azules destellantes con su Martillo de Trueno, mientras golpeaba a diestra y siniestra. Sin vacilar, Logan Grimnar y sus hombres arremetieron contra la horda, atacándola salvajemente y, con la ayuda de las otras Grandes Compañías, consiguieron que se retirasen al mar.
El cuerpo de Arjac, que se había mantenido firme bloqueando la entrada a las bóvedas, fue hallado bajo una montaña de quitina y de garras afiladas y fue entregado a los Sacerdotes Lobo, que lo llevaron de vuelta del umbral del reino de Morkai. El Gran Lobo estaba tan impresionado con la fuerza increíble de Arjac que convirtió a Puñoroca en su campeón personal. Desde aquel día, Arjac se ha ganado un puesto en la Guardia del Lobo en más de un docena de ocasiones, ya que su martillo nunca descansa demasiado tiempo.
Arjac empuña su Martillo de Trueno Martillo de Enemigos y su Escudo Tormenta Escudo del Yunque, y porta una Armadura de Exterminador.
Esta miniatura de Arjac Puñoroca que es comercializada por Games Workshop para los Lobos Espaciales de Warhammer 40000 ha sido pintada por Eric Chan. Puedes ver otras figuras suyas de lobos espaciales en su web.